Debilitado vestigio en tu boca
engulle un perfume casi extinto
Como detrás de un arrecife,
una profusión de caricias invisibles
revela tu juego de mentiras.
Mana bajo mis párpados.
Un augurio se muestra embozado
la ola de un aroma a dudas.
No vacila mi nariz que palpita
ni la terca lágrima que se suspende.
Una imposibilidad se abate
una aventura o un deseo,
por devolver a tu boca
Colores antiguos.
Mis ojos se encandilan
con la daga
que empuñan tus ojos
sobre el mar de mis ojos
anhelantes de tu sal.
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